Cuidados prenatales durante el segundo trimestre de embarazo en clínicas de ginecología en el DF
En ocasiones anteriores en este blog hablamos de la importancia de un seguimiento médico para el control del embarazo y del tipo de exámenes y pruebas que se realizan en clínicas de ginecología en el DF durante el primer trimestre de gestación. En esta publicación presentaremos las características del control prenatal durante el segundo trimestre de desarrollo del embarazo y presentaremos algunas recomendaciones que hacen los especialistas para reducir las probabilidades de que se presenten problemas y complicaciones que pudieran afectar el estado de salud del bebé y la madre.
Antes de comenzar con la descripción de los exámenes, pruebas y evaluaciones que se realizan con la finalidad de comprobar el progreso del desarrollo del embarazo durante el segundo trimestre, es importante que mencionemos que sus características pueden variar de una paciente a otra. Esto responde a que cada embarazo es diferente y las necesidades de la madre y su bebé no son las mismas en todos los casos, por eso la frecuencia con la que se programan las citas de control y el tipo de pruebas que se realicen en cada una de ellas será diferente para cada mujer embarazada. En este punto conviene mencionar también que el seguimiento médico especializado constituye una herramienta para detectar de manera oportuna cualquier anomalía que se presente y así tomar medidas inmediatas que reduzcan los riesgos que puedan sufrir el bebé y su madre a raíz de ellas.
Dicho lo anterior podemos entrar en materia. Bien, el segundo trimestre del embarazo va de la semana 14 a la 27 de gestación y por lo regular los médicos recomiendan hacer una visita cada cuatro semanas al ginecólogo. Como ya mencionamos, la frecuencia de consultas recomendada puede variar y en caso de que ya se haya detectado algún problema las citas se programarán con mayor frecuencia. Asimismo si se llegara a presentar alguna complicación, es necesario solicitar asistencia médica urgente.
Para comenzar toda consulta, el médico recaba información sobre los cambios que hayan tenido lugar desde la última cita de control del embarazo. Cuando la primera visita a un especialista en ginecología y obstetricia se hace en el segundo trimestre del embarazo es necesario hacer, además de un análisis de orina, un examen físico completo y un examen pélvico. Si previamente se ha dado un seguimiento al desarrollo del embarazo, antes de hacer cualquier tipo de prueba, el médico preguntará a la madre sobre el tipo de síntomas que ha presentado, su percepción sobre los movimientos del bebé y cuestiones más específicas como si se han experimentado contracciones, pérdida de sangre o si existe flujo vaginal de color claro. También realiza preguntas sobre el estado de salud general físico y emocional de la mujer y registra toda la información para continuar con el seguimiento en el siguiente trimestre. Una recomendación que damos a las pacientes es anotar todas las dudas e inquietudes que se le presenten para no olvidarlas y que lleven estas notas cuando tengan la cita con el especialista.
Después de registrar los cambios que tuvieron lugar durante las últimas semanas, el médico pesa a la mujer, su peso es uno de los principales indicadores del desarrollo del bebé y en todo caso se verifica que el incremento de peso vaya conforme lo esperado, dependiendo de la etapa de gestación en la que se encuentre. En este punto conviene mencionar que en realidad no existe una norma que determine cuánto peso debe ganar la mujer en cada fase, pero sí se puede tener un buen monitoreo si en cada visita se registra este dato y tomando en cuenta la altura, el médico logra establecer qué rango de peso puede considerarse adecuado para cada mes.
La revisión de presión arterial es básica, así como los análisis de orina, ellos para detectar infecciones y verificar el estado de los niveles de proteínas y azúcar. En caso de que estos últimos se encuentren elevados y se acompañan de una presión arterial alta, se puede sospechar de preclamsia, una condición de riesgo que puede generar daños en los riñones así como complicaciones en el bebé, por lo que se requiere de un tratamiento adecuado. La preclamsia se acompaña de síntomas como dolores de cabeza e inflamación en manos y pies, así como anomalías en el funcionamiento del riñón y el hígado, pero en caso de que sólo exista presión arterial alta sin presencia de proteínas en la orina, puede tratarse únicamente de hipertensión gestacional, la que se puede controlar con las medidas que recomiende el médico.
En la visita a clínicas de ginecología en el DF para el control del embarazo durante el segundo trimestre el médico escucha el ritmo cardíaco del bebé con un ultrasonido manual conocido como Doppler. Este ultrasonido se puede realizar a partir de la décimo segunda semana de desarrollo del bebé, aunque esto puede variar según el peso de la madre y la posición del bebé en el útero. Otras pruebas incluyen un examen abdominal y una medición de altura uterina para estimar el índice de crecimiento del bebé y su tamaño actual. También se indican análisis clínicos de sangre para revisar niveles de glucosa y para el control de anemia, y opcionalmente un análisis de vellosidades coriónicas; con este análisis se pueden identificar defectos congénitos y problemas cromosómicos pero es decisión de los padres realizarlo o no.
En el segundo trimestre también se realiza un análisis de múltiples marcadores para identificar los riesgos de que el bebé tenga síndrome de Down mediante la concentración de tres o cuatro diferentes sustancias en la sangre, al igual que una amniocentesis, prueba con la que se detecta además del síndrome de Down, anomalías y defectos genéticos. Otras pruebas incluyen ultrasonidos rutinarios para conocer el desarrollo del bebé y obtener una fecha más precisa del parto y, en caso de desearlo, conocer el sexo del bebé.
Al finalizar cada cita de control prenatal, el médico especialista en ginecología y obstetricia ofrece información a la madre sobre los cambios que pueden presentarse en las semanas siguientes y comenzará a plantear las opciones de parto, los síntomas que indican parto prematuro, la preclamsia y la ruptura de membranas, ello para que pueda detectar estas condiciones y solicitar de inmediato atención médica. También podrá comenzar a hacer recomendaciones sobre la lactancia o sugerir tomar cursos de preparación para el parto y cuidados del recién nacido, además de recomendar elegir a un pediatra para la atención del bebé cuando haya nacido.
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